Esta semana recibí una gacetilla muy original: el título anuncia que un distribuidor argentino de software "creó" un concepto que, para dar una idea, sería como crear SOA o ERP. Unos genios. Impresionante.
También habla del "lanzamiento en la Argentina de sus nuevas soluciones" X e Y que, como me consta por haber entrevistado al distribuidor en octubre de 2007 y mayo de 2008, vieron la luz hace años. Ni hablar del caso de implementación mencionado como noticia que, entre otros medios, fue publicado el 16 de julio de 2007 en La Nación (nota incluida en el sector Prensa de la web de distribuidor).
Tres puntos. El primero, como diría Mirtha Legrand, "así no". Creo imprescindible no atravesar bajo ninguna excusa el límite entre verdad y mentira. Lesiona la confianza necesaria entre periodistas y agentes de prensa. Y no voy a profundizar en la subestimación que implica enviar una gacetilla que no es veraz para "ver si pasa". Puedo bancar que pretendan ser los líderes, los mejores, los primeros, los pioneros, los más divinos... pero la mentira es demasiado. Seamos profesionales y, sobre todo, seamos honestos.
El segundo. En el sitio web del Consejo Profesional de RRPP de Argentina -del cual la consultora en cuestión forma parte- encontré el texto Posición frente a la mentira, escrito por Graciela Fernández Ivern para Dircom, en abril de este año. Lo recomiendo.
El tercero. Otra recomendación: el Código de Etica de Abracom, la Asociación Brasileña de Agencias de Comunicación que, en el punto 3, habla de las "informaciones falsas". Y pregunto: ¿vale todo?
16.11.08
Ahora también mentirosos
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